Nuestro Entrañable Cine Argentino – La Columna de Mónica Incorvaia

Con ustedes… El tango!!! 

por Mónica Silvia Incorvaia (*)

El 24 de abril de 1933 se estrenaba en el cine Real, situado en Corrientes y Esmeralda de la ciudad de Buenos Aires, la primera película argentina sonora, Tango! (con signo de admiración al final), donde debutaron verdaderas estrellas inolvidables de la cinematografía como Tita Merello y Luis Sandrini, por ejemplo. 

Obviamente, no podía ser de otra manera que se tomara este tema como eje de una historia que transcurre entre un grupo de personas relacionadas con la canción popular. Era una manera de llegar a un público que se sentía consustanciado con esta música que nos identifica en todo el mundo. 

A partir de allí, muchas fueron las películas que tuvieron al tango como protagonista, para contar historias o para resaltar a figuras de la música porteña.   Como afortunadamente la lista es muy extensa, se han elegido algunas de ellas a modo de ejemplo y como homenaje a uno de los géneros más apreciados para cualquier tipo de público, tanto nacional como foráneo.   

Afiche del film Tango, considera por muchos la primera película sonora del cine Argentino.

En 1937, el multifacético Hugo del Carril será el protagonista del inicio de una vasta lista de películas que tienen al tango como excusa para poder hacer escuchar la extraordinaria voz de este ídolo haciendo su debut en el cine. De este modo, el 31 de marzo se da a conocer Los muchachos de antes no usaban gomina, donde del Carril interpreta “Tiempos Viejos”, el tango que da el argumento a la película. 

Así, en febrero del año siguiente se estrena La vida es un tango en la cual es acompañado por artistas de la talla de Florencio Parravicini y quien sería su partenaire en varios films: Sabina Olmos. En mayo, y considerando los pocos años que habían transcurrido desde la muerte del zorzal criollo, se da a conocer La vida de Carlos Gardel, idealizando aún más la figura del mudo, como sus fanáticos lo denominaron. 

En 1940, se estrena El astro del tango película en la cual luce sus dotes de galán y que sirvió para difundir la ciudad de Mar del Plata, ya muy de moda en aquellos tiempos. La Cumparsita (1947), es una película que toma el título de la música más representativa de este género pero que sólo sirve “de gancho” para narrar una endulcorada historia. Al año siguiente en  Pobre mi madre querida, se dará continuidad  utilizando el tema de la canción para narrar una dramática historia de amores y desamores.  

Y como cierre a esta etapa, que continuaría en las décadas siguientes, en los años cincuenta, Del Carril se destaca en una película que evoca la figura de José Bettinotti, El último payador realizada en 1950. 

Pero dos años antes, Alberto Castillo, “el cantor de los cien barrios porteños”, protagoniza El tango vuelve a París donde interpreta tangos memorables como Grisel, Tiempos viejos, Canción de Buenos Aires y Nubes de humo, siendo este último el título de una película que realizará en 1959 junto a Mercedes Carreras, Eber y Nélida Lobato y Francisco Álvarez, entre otros.

Aunque quizás una de las más recordadas sea La barra de la esquina (1952) acompañado por importantes actores de la época como María Concepción César, Pepe Marrone e Iván Grondona) y donde pone en valor no sólo sus cualidades musicales sino un aspecto interpretativo, desde el punto de vista dramático.

Ese mismo año, otro galán de la época pero no cantante, filma Mi noche triste donde Jorge Salcedo personifica la vida de José Bettinotti autor del tango, cuyo nombre original fue Lita, dedicado a un amor frustrado que tuvo su protagonista. 

Hugo del Carril, productor, director de cine, actor, guionista y cantante argentino.​​

Finalizando la década, en 1959, se estrena He Nacido en Buenos Aires, la historia de tres amigos de diferentes estratos sociales, unidos por el tango. Este hecho se muestra de manera contundente cuando una de sus protagonistas perteneciente a la clase alta, Gilda Lousek, le pregunta a su hermano en la ficción, Ignacio Quirós, -que no quería estudiar-: ¿Se puede saber que te gusta?, a lo que el joven responde “Esto…” y comienza a interpretar en el piano el himno de los tangos: La Cumparsita.  

Y como no podía ser de otro modo, las mujeres nunca estuvieron ausentes con sus voces e interpretaciones. De todas ellas, dos son las más representativas, dos caras de una misma moneda llena de talentos: Tita Merello, inmortalizada en Mercado de Abasto con el tango “Se dice de mí” que el maestro Canaro compusiera para ella y Libertad Lamarque quien con sus “Besos brujos” embrujó a más de uno. Ambas con sus diferentes modos de decir serán no sólo cantantes sino intérpretes insustituibles de nuestro gran cine nacional…

Y el tango seguirá rodando porque cuando te agarra, no te suelta más. Hasta aquí llega esta historia, porque de seguir seguramente “se nos piantará un lagrimón”…


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 (*) Mónica S. Incorvaia es docente universitaria, profesora titular en la Diplomatura de Fotografía Documental (UBA-FFyL) que se dicta a su vez en el Instituto La Lumière, cómo también del curso On Line de Historia del Cine Argentino de La Lumiére y en la Universidad de Palermo en el área audiovisual .  

2 comentarios en “Nuestro Entrañable Cine Argentino – La Columna de Mónica Incorvaia

  1. Gracias por tu aportación. Feliz semana.

    1. Gracias a vos por comentar, Saludos!

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