Nuestro Entrañable Cine Argentino: Directores que Dejaron Huella

 

 

 

Considerado uno de los representantes de la llamada generación renovadora,
Fernando Ayala (1920-1997), ha dejado una extensa filmografía donde prima en su
obra el carácter social y hasta de denuncia en los más de cuarenta años de
realizaciones cinematográficas, donde en algunas de ellas también fue su guionista y
productor.


Fernando Ayala

Sus dos primeros films, Ayer fue primavera (1955), analizado en nuestra sección
anterior y Los tallos amargos (1956), marcaron de algún modo el estilo que lo
caracterizó a lo largo de su vida profesional. Esta última corresponde a una novela de
Adolfo Jasca, donde logra un suspenso atrapante y en el cual uno de los protagonistas
fue el actor de origen egipcio Vassili Lambrinos, quien se destacó también como
coreógrafo, llegando a ser director de ballet del Teatro Colón de Argentina. Los
protagonistas principales fueron Carlos Cores, Julia Sandoval y Gilda Lousek.

En 1958 estrena El jefe (1958). Una de las primeras películas de alto voltaje dramático
donde destaca la labor impecable de Alberto de Mendoza, con un elenco compuesto,
entre otros por Ignacio Quirós, Luis Tasca, Pablo Moret y una joven Graciela Borges. El
candidato (1959) fue escrito por Ayala en colaboración con David Viñas, y tuvo como
protagonistas a Olga ZubarryDuilio MarzioAlfredo Alcón y Alberto Candeau, donde
se desarrolla la turbia trama de un político local.

En el ámbito gremial se destacó por ser fundador, junto con Héctor Olivera, de la
productora Aries Cinematográfica, que presidió entre 1956 y 1995. A su vez, en 1958
formó parte de la creación de la entidad Directores Argentinos Cinematográficos.
En 1971 y quizá como presagio de una oscura época que se avecinaba filma Argentino
hasta la muerte, donde Héctor Alterio se convertirá, de algún modo en la nueva
generación de actores de carácter.

Su labor continuó en las décadas siguientes, con films que marcaron tendencia para la
época, como Desde el abismo (1980) con guion de Eduardo Gudiño Kieffer y el propio
Ayala, en el cual Thelma Biral representa a una alcohólica sumida en el drama de la
bebida, Plata Dulce (1982) donde retrata, mediante un grotesco, la sociedad de la
época con sus vaivenes económicos, y Pasajeros de una pesadilla, (1984), versión libre
de “Yo, Pablo Schoklender”, narrando un hecho verídico que conmocionó en su
momento a la sociedad argentina, entre otros importantes títulos. Sus protagonistas
principales fueron Alicia Bruzzo y Federico Luppi.

Su último film, poco logrado según la crítica, fue Dios los cría (1991), con guion de su
director y Fernando Talesnik. Intervinieron en el film Soledad Silveyra, China Zorrilla,
Hugo Soto, Villanueva Cosse, entre otros. Pese a ello esta película no pudo empañar su
enorme trayectoria y jerarquía, que le ha valido un importante espacio en la
cinematografía nacional.


BIO. 

(*) Mónica S. Incorvaia es docente universitaria. Profesora titular en la Capacitación de Fotografía Documental (UBA-FFyL) que se dicta a su vez en el La Lumière. Docente del curso On Line de Historia del Cine Argentino de La Lumiére. Y profesora en la Universidad de Palermo en el área audiovisual . 


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